Es evidente que el cine como tal utiliza los mecanismos mas variopintos para mantener la atención de sus espectadores. Trucos que garantizan que las personas vivan la película, se identifiquen con sus personajes, que una suave melodía los lleve a emocionarse o acompañar la situación que se muestre en pantalla. Empatizar con el otro lado.
Uno de esos recursos, y personalmente uno de los que mas llaman la atención es el fenómeno llamado la cuarta pared. Este recurso consiste en dirigir la mirada del personaje al espectador, rompiendo la imaginaria pared que separa la historia de su audiencia. Es un recurso que nació en el teatro, pero que se ha ido expandiendo al cine, televisión, juegos de rol o videojuegos.
Es una especie de cine dentro del cine. Metacine, o así lo llaman. Un paso más para que nosotros al otro lado de la pantalla nos sintamos un personaje más dentro de la misma, a través de lo que se nos cuenta.
Un método que tiene como objetivo dar consistencia a los personajes dentro de su propia ficción. Se puede hacer lo citado de dos formas distintas, haciendo que el propio personaje sea consciente de lo que sucede y descubriéndole la posibilidad de romper esa barrera invisible, o directamente reconocer la existencia del espectador comunicándose con él de forma directa.
En el cine moderno se pueden citar ejemplos de lo que os digo como por ejemplo en la película El Lobo de Wall Street, donde el protagonista rompe la cuarta pared dirigiéndose al espectador durante numerosos momentos a lo largo del metraje. Otro ejemplo evidente de película que utiliza este tipo de recurso puede ser American Beauty, siendo el personaje de Kevin Spacey el que nos «cuenta» la historia directamente a nosotros, haciéndonos partícipes de sus pensamientos.
Y seguimos con el mismo actor, para indicaros un ejemplo fuera del séptimo arte. Hablo de House of Cards, donde el personaje de Kevin Spacey hace cómplice de su venganza al espectador a través de esos pequeños contactos, y se aprovecha para subrayar el humor negro o la ironía de las situaciones que vive a lo largo de la serie.
Otro ejemplo mas en el mundo del entretenimiento digital lo encontramos en Metal Gear Solid, de Hideo Kojima. Llegando casi al final del luego, al enfrentarnos al villano Psycho Mantis, se rompe esa cuarta pared para obligar al jugador a cambiar de puerto el mando de la consola. Sin duda un recurso que nadie esperaba y que sorprendió y marcó a mas de un@.
O como por ejemplo lo que hace el personaje de Deadpool constantemente dentro de su propio cómic de editorial Marvel, haciéndonos participes de sus continuos chistes en las viñetas o interactuando con sus dibujantes.
Romper la cuarta pared supone crear lazos directos con el protagonista, a veces es placentero y , como ocurre en los casos anteriores, otras resulta francamente violento, incomodo, como ocurre en la Funny Games de Haneke. En ella somos testigos de cómo un par de jóvenes torturan psicológica y físicamente a una familia. Somos simples espectadores, nos sentimos seguros en nuestras butacas ejerciendo un malsano vouyerismo parecido al del Kyle MacLachlan de Blue Velvet. Es entonces cuando, de repente, uno de los psicópatas nos mira de reojo y nos guiña el ojo, haciendonos partícipes de sus artimañas con ese gesto que dura apenas un segundo. Viola nuestra intimidad y nuestro espacio como meros observadores y nos convierte en cómplices involuntarios de sus aberrantes acciones.
Sin duda, un recurso ampliamente utilizado y que hace mas real el cine si cabe, aunque hay personas a las que este método les resta mas que sumar. Y vosotros, ¿os sentís cómodos con esa ruptura protagonista-espectador o preferís un cine mas puramente conservador?
Grandes ejemplos. Con tu permiso voy a citar dos de mis favoritos en el mundo del cine. El primero es toda la narración de «Alta fidelidad» en la que John Cusack se va dirigiendo constantemente a nosotros durante toda la película, como dos amigos que quedan para que uno le cuente sus problemas al otros, haciéndonos partícipes de sus pensamientos y sus decisiones y forzándonos, a veces, a discrepar con él. En general me parece genial y muy divertido.
Otro de mis momentos favoritos de rotura de la cuarta pared es en «Annie Hall». De hecho, la película ya empieza con un plano fijo en el que Woody Allen se suelta un speech que va dirigido directamente a nosotros, los espectadores y que sirve de prólogo a la película. Está muy bien por que, de hecho, toda la película se podría ver como una extensión de ese monólogo ya que esta funciona un poco como el pensamiento, como las conversaciones en las que nos salimos del tema, divagamos para luego volver. Sin embargo, dentro de la propia peli, hay un momento que me chifla: cuando Annie vuelve al apartamento después de haber asistido a su primera cinta con su psicoterapéuta, le cuenta a Alvy cómo ha ido todo. En un momento ella suelta «[…] ¿Qué será de mi viuda?». «¿Qué será de mi viuda?», repite Alvy extrañado, a lo que ella rectifica «no, no, qué será de mi vida». Él insiste que ha dicho lo otro y ella que no y en ese momento Alvy se dirige a nosotros y dice «ha dicho qué será de mi viuda, lo han oído, ¿no?, no estoy loco». Magistral.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me ha encantado en artículo.
Aprovecho el comentario para nombrar uno de mis favoritos. A parte de los mencionados, en los videojuegos de No More Heroes se rompe la cuarta pared ocasionalmente. Concretamente en la primera parte, en cierto momento del juego, el «villano» de turno decide acelerar una escena de trama debido a que su contenido subiría la calificación de edad del juego. Si ralentizas las escena de alguna manera te enteras de esa parte de la historia.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 2 personas
Buen ejemplo mikauXIII, me alegro que te haya gustado. Parece que hay infinidad de los mismos en distintas artes. 😀
Me gustaMe gusta
Jos! Pensaba poner el ejemplo de Alta Fidelidad también, de veras que lo pensé. Como disfruto cada vez que retransmiten esa película. En cuanto a Annie Hall, la «ví» hace mucho y a trozos, pero no me he sentado a verla de un tirón desde entonces. Creo que ya es hora. Un saludo amigo y gracias por tus palabras.
Me gustaLe gusta a 1 persona